8M por la garantia de nuestros derechos decimos basta de violencia ostétrica y neonatal

“el médico que me atendió me dijo: respire profundo y suelte por la boca y me picó sin anestesia…me cosieron en carne viva, como me quejaba porque estaba maltratada, él me gritó: si quieres te dejo así y si te mueres es tu problema”.

Hoy cuando conmemoramos el día de la mujer, gracias a la gesta y coraje de millones de mujeres exigiendo y exponiendo nuestros derechos, testimonios como estos siguen estremeciendo el alma y evidenciando cuan vivas están las estructuras sociales y mentales discriminatorias. Nos preguntamos, ¿cómo puede estar tan arraigada tal insensibilidad en un contexto de cuidados? Esta realidad responde a razones históricas conocidas. No obstante, nuestro compromiso por promover nuestro derecho a gestar, parir y criar con respeto y seguridad, nos impulsa a ser voz de estas mujeres que han sido violentadas durante la atención especializada en su gestión, parto y nacimiento de sus hijos e hijas.

Es urgente evidenciar:

- Que la salud materna y neonatal no se define por meros índices que tan solo miden si están vivos o no;
- Que la mortalidad materna también es consecuencia de una atención irrespetuosa y violenta;
- Que los agentes de salud no son intocables y pueden transformar su hacer;
- Que el Estado debe proteger a las víctimas de la violencia en los eventos obstétricos, facilitar las denuncias y su resolución, como estrategia clave para evidenciar un problema que con urgencia debe ser parte de la agenda política y ejecutiva.
Un parto y nacimiento amoroso, respetado, humanizado, es nuestro derecho, pero el que se haga realidad depende de una transformación compleja, pero factible y las evidencias y testimonios desde la voz de las mujeres, marcan los caminos.

Por la garantía de nuestros derechos,
Acortemos las brechas ahora
Nos queremos vivas, sanas y respetadas en cada parto y nacimiento

Coordinación General de la Relacahupan .